Nada disipa la neblina de la ciudad
Caminaste por calles que resultaron ser recuerdos
y sin más ni más olvidaste.
Trepaste por los árboles de mi bosque
Que resultó ser nuestro juego de niños
y antes que cualquier otro llegaste a la cima, otra vez ganador.
Y entre el espesor de la lluvia que cae y quema mis mejillas
apareces consolando cada pregunta que me aqueja,
y aunque no des respuesta, das alivio.
y cuando menos te esperan apareces caminando, como siempre.
A mi lado.
La prudencia da dicha al corazón. Recogijo al alma.
Hace 7 años