Nuestra Patagonia, SIN REPRESAS

2 de noviembre de 2008

Carrera

Entendimos de inmediato. Sólo nos separaba un tren de distancia. Ambos nos empeñamos en acabar rápido. Su mano parecía ser mucho más veloz que la mía, pero mi cuento era más corto. Tomé el tren victorioso, ella aún escribe.

Diego

Se despertó de un sobresalto. Otra vez esa voz conocida aparecía a esa hora.
Le costó moverse parecía aún atrapado en el sueño, sin embargo, se levantó. Caminó con un sentimiento de ahogo y al asomarse a la ventana, vio quién gritaba.
Lo supo siempre. La voz quebrada y los regaños de desamor se lo indicaban.
Tomó el teléfono realizó la llamada y fue a la cama de nuevo.
Por tercera vez su ex novia estaba ebria.

Cigarrillo

Su último respiro estaba tan lleno de rencor como sus palabras de nicotina.

No dijo adiós.