Entendimos de inmediato. Sólo nos separaba un tren de distancia. Ambos nos empeñamos en acabar rápido. Su mano parecía ser mucho más veloz que la mía, pero mi cuento era más corto. Tomé el tren victorioso, ella aún escribe.
La prudencia da dicha al corazón. Recogijo al alma.
Hace 7 años
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