En medio de un silencio oscuro, estabas tú, tras tu voz, y yo tras mi compañera.
No bastaban los pocos pasos que nos separaban para dividir tu realidad de la mía, ahora tan cercanas y fundidas en un mismo sentimiento.
Flashback. Cayeron en mí las palabras de un hermano, de los que me legaste. "Saludos".
Y como lo haces siempre tu sonrisa despide la mía y se transforma en la sensación de que eres una semilla recién germinando, en otras tierras, pero dando frutos en nuestro corazón.
La prudencia da dicha al corazón. Recogijo al alma.
Hace 7 años
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