Nuestra Patagonia, SIN REPRESAS

3 de septiembre de 2008

Desaparición.


Lo vi gritar, me sentí en su cuerpo, estaba aterrorizado.
Lo que nos producía el pánico era sentirnos desvanecer
Sudé, me revolqué desesperado y al gritar nuevamente desperté.

Ahora siento el enorme cargo de conciencia por no decirle que él era parte de mi sueño.

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