Llevo varios minutos casi acariciando con la vista, aquella conocida silueta.
Se trata de aquella mujer vibrante, armoniosa.
Delgada cintura y anchas caderas, Hermosa, perfecta.
Me gustaría que entendieras cómo haces cantar mi espíritu y, llenas de libertad mi corazón cuando estamos juntos.
Te tengo desde que te conocí, cuando te entregaste a mí cuerpo y te toqué, en un intento temeroso y sensual como toda primera vez. Desde entonces me sentí unido a tu vida, a tu cuerpo, a tus cuerdas y, me enamoraste con cada canción que permitiste que mis manos interpretaran.
La prudencia da dicha al corazón. Recogijo al alma.
Hace 7 años
1 comentario:
Que Lindoo! :)
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