Su último respiro estaba tan lleno de rencor como sus palabras de nicotina.
No dijo adiós.
La prudencia da dicha al corazón. Recogijo al alma.
Hace 7 años
Sólo con una ardiente paciencia conquistaremos la espléndida ciudad que dará luz, justicia y dignidad a todos los hombres. Así la poesía no habrá cantado en vano.
Su último respiro estaba tan lleno de rencor como sus palabras de nicotina.
No dijo adiós.
1 comentario:
Muy sencillo y conciso... bueno!
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