Nuestra Patagonia, SIN REPRESAS

7 de abril de 2010

4am


Qué sensual es tu caminar a mi encuentro. Más por el encuentro que por el caminar. Te tomo, e inspirado en Neruda, te reparto versos que envueltos en dulces halagos te llenan de una y otra sonrisa que coqueta me envuelve en las nubes que hoy son recuerdos imborrables.


Me miras a los ojos, dejas de pensarlo, y te entregas sin más deseos de comportarte.
Estás más cerca de mí que yo de ti, y mientras oímos aquella canción de los propios suspiros reconfortantes, silbamos las notas de una canción que se hace nuestra entonces.

De pronto el silencio, podría ser incómodo, pero tu voz me habla hasta en esos momentos, me cuenta cómo se siente la mujer tras esos ojos, y tus caricias agradecen el trabajo que hasta ahora, parece, he hecho bien.

Inexplicablemente, comienzas a reír sin parar, y sin entenderte, río contigo por la simple alegría de verte feliz. Sabes bien cómo sellar cada momento, o con una palabra o un gesto, pero lo importante, es que me mantienes intrigado constantemente.

¿Cuánto misterio hay tras el café que tomaste al nacer?
¿Cuánto de ti, hay tras esa mirada?

Tus ojos me evitan, y no confío un segundo, pero ahora lo hago de nuevo. Presentes, frente a mí, encarándome, diciendo "aquí estoy, tal como me lo pediste". Y lo agradezco con un beso que nos lleva a nuestra cabeza de nuevo, a imaginar cúan sensual es tu caminar a mi encuentro. Más por el encuentro que por el caminar. Te tomo, e inspirado en Neruda, te reparto versos que envueltos en dulces halagos te llenan de una y otra sonrisa que coqueta me envuelve en las nubes que hoy son recuerdos reiterados...

1 comentario:

d2 dijo...

Me gusta todo tu blog. Gracias