Nuestra Patagonia, SIN REPRESAS

24 de mayo de 2010

Nostalgia

La noche, violenta. El frío, escandaloso. Y el aire que se respiraba, denso.

Sus miradas hablaban más que sus ojos, y sus labios callaban más que sus lágrimas.
Un día muy feliz acababa con un espectáculo de recuerdos. Los recuerdos ya no estaban en sus cabezas sino que rondaban, tal holograma al rededor de los dos cuerpos que, perpetrados el uno al otro bajo una tarde de lluvia se miraban sin pestañear.

El suceso llevaba más de dos años, pero era tan fuerte como para no olvidarlo nunca, las lágrimas caían nuevamente pese a las pocas palabras. Ya no aguantaron más, y se abrazaron. Creyendo rememorar el abrazo de amigo y de hermano. Nuevamente el silencio lo dijo todo, no hubo palabras. Sólo desde algún lugar ese holograma hizo de las suyas, su más grande talento... ser un bufón.

Su consejo fue el mismo de siempre... sonrían.

Bajo la lluvia, un abrazo apretado, el silencio, las miradas, el holograma y la sonrisa transformaron al momento más triste, en el mejor regalo del alegre día.

Pero sólo fue un holograma, una imagen etérea que anhelaban a diario.

1 comentario:

Anónimo dijo...

hola luis tienes muchas cosas buenas y una que siempre sonríes, y muchas más como tu compromiso cosa que admiro, se puede hablar contigo de todo, te enteras antes q yo de lo que pasa en mi pais, eres muy inteligente..., todo son cosas buenas, las malas se ve que no las sacas mucho (o yo no las he visto todavía), un abrazo mi querido amigo