Nuestra Patagonia, SIN REPRESAS

4 de julio de 2010

Un beso te hablará de lo que siento. Lleno de caricias, de delicadeces.
Un beso lento, pero apasionado dirá lo que mi boca oculta.
Tragarás mis palabras como si estuvieran sobre mis labios. Palabras en las que se envuelven valiosas sensaciones, y los más profundos sentimientos.

Tus labios delatarán tu miedo y -nuevamente- querrán hacer todo bien. Nunca sabrán, probablemente, que lo lograron  sólo con existir. 
Tus palabras se enlazarán hasta confundirse, y no podré oírlas, entonces estaré satisfecho. Pues en tus manos, siempre suaves, he guardado las esperanzas de una flor que crece a diario. Sin miedo, y sin pausas.

1 comentario:

Angela Sabina dijo...

Tus labios que son el pecado de los mios, que son el deseo de mi cuerpo.

¡Ay pero que delicia son tus labios!